Con profundo pesar y una gran tristeza en el alma, la comunidad despide al querido Pastor Francisco Soto, una figura emblemática de la fe evangélica en nuestra región. Su partida deja un vacío irreparable en los corazones de quienes lo conocieron, respetaron y siguieron durante más de dos décadas de incansable labor pastoral.
Al frente del Templo Elim de Chepes, “Paco” –como cariñosamente lo llamaban– supo ser un guía espiritual en tiempos de angustia, un consejero sabio en momentos de duda y un verdadero servidor del prójimo. Su compromiso con el Evangelio y su entrega al bienestar de su congregación lo convirtieron en un referente de fe, amor y esperanza para generaciones enteras.
La noticia de su fallecimiento ha conmovido profundamente a la comunidad, que hoy se une en oración para rendirle homenaje y acompañar con respeto y cariño a su familia, a sus seres queridos y a toda la iglesia que tanto lo amó.
Descansa en paz, querido Paco. Tu luz no se apaga: seguirá brillando en cada palabra que sembraste, en cada vida que tocaste y en la memoria viva de un pueblo agradecido
